Los sistemas de recomendación con inteligencia artificial (IA) recopilan y analizan grandes cantidades de datos. Estos datos pueden provenir de múltiples fuentes, como historiales de compras, comportamientos de navegación en sitios web, reseñas de productos, entre otros. A través de técnicas de minería de datos y procesamiento de lenguaje natural (PLN), la IA extrae características importantes y patrones ocultos en estos datos que pueden predecir las preferencias del usuario.
Estos sistemas utilizan algoritmos de aprendizaje automático para hacer predicciones. Estos algoritmos pueden basarse en filtrado colaborativo, basado en contenido o una combinación de ambos. Los algoritmos de filtrado colaborativo hacen recomendaciones basadas en las elecciones y comportamientos de usuarios similares, mientras que los algoritmos basados en contenido recomiendan elementos similares a aquellos con los que el usuario ha interactuado o preferido anteriormente.
Estos sistemas de recomendación a menudo emplean técnicas de aprendizaje profundo, como redes neuronales, para mejorar la precisión de sus predicciones. Las redes neuronales pueden manejar conjuntos de datos muy grandes y complejos y pueden detectar patrones sutiles que otros algoritmos podrían pasar por alto. Esto significa que pueden proporcionar recomendaciones más personalizadas y precisas.